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Diario + Recuerdos = Mis Crisis Nerviosas

Para poder entender este blog, tienen que leer todo desde el principio. Se trata de una historia correlativa, la cual no van a entender si empizan desde la última entrada.
Las entradas que se titulan "Diario", siguen una línea aparte. Son opcionales a la biografía.
Espero que lo disfruten


DEDICADO A MI MEJOR AMIGA EN EL MUNDO MUNDIAL. Y A MI AMIGA LA DESAPARECIDA.

martes, 23 de febrero de 2010

La historia de Alba y los más inteligentes de la clase (PRIMERA PARTE)



Hola de nuevo. Quedamos en que les iba a enlazar estos dos relatos. Pues bien, acá va.
Les recuerdo que Nicolás era el “chú chú de a metrés” de la Alba. Como bien se imaginarán, a mí me detestaba. Intentaba hacerme la vida imposible, pero una y otra vez fallaba en su intento. Era como la típica serie de anime en donde el malo intenta destruir al bueno, pero siempre lo derrota. ¡Sí! Exactamente eso.

Carnaval 2005. Un par de semanas antes de la fiesta del colegio, yo ya tenía perfectamente preparado mi disfraz, por supuesto (madre naturaleza). Pero no era lo único que iba a tener que preparar. Resulta que un buen día mi querida profesora favorita, y estoy intentando ser sarcástica, por si a alguien no le quedó claro, nos preguntó quién quería tener el enorme honor de leer el pregón que iba a abrir la fiesta del colegio. Por supuesto y sin dudarlo, levanté la mano inmediatamente, y recuerdo cómo ella intentaba no mirarme, pero como estaba prácticamente al lado de ella, no le quedó otro remedio que dirigirme su más hermosa sonrisa falsa y aceptarme como su primera y única candidata hasta el momento. Luego de un bueno rato de insistirle a su ojito derecho, se le ocurrió decir que el que se me uniera iba a tener un diez seguro en Gallego. Entonces Julio, dudoso, dijo que él también se animaba. Al final, y después de hacerse desear todo lo que pudo, Nicolás también accedió (cómo le gustaba hacerse rogar al muy guacho).
Entre los tres preparamos el discurso perfecto. Nos quedó divino, nos sincronizamos tanto que casi nos lo sabíamos de memoria. Cuando llegó el gran día, Alba estaba muy contenta con nosotros. Miento, sólo con la razón por la que se levantaba cada mañana, es decir, su “chú chú de la metrés”, su ojito derecho y su mano mágica, Nicolás. A mí sólo me dedicó un formal “qué guapa estás”, refiriéndome a mi original disfraz (que por cierto ganó el primer premio al disfraz no-grupal). Al pobre de Julio creo que no le dijo nada, pero no importaba, porque él me había confesado que sólo lo hacía por el diez en Gallego, que lo necesitaba como el aire que respiraba.
Dos o tres semanas después, cuando terminó el trimestre, nos llevamos el gran chasco. Julio se me acercó y me preguntó qué me había puesto en Gallego. 9, igual que a él.a Nicolás ni le preguntamos (bueno Julio igual se lo preguntó, pero era obvio), porque el chú chú de la metrés SIEMPRE tenía un diez. No importa que hubiera sacado nueves con algo en los exámenes (como lo hacía yo, y me ponía un simple y asqueroso 9). Entonces Julio se armó de valor y me dijo que se lo iba a ir a reclamar. Yo no quería ir, pero como vi que él estaba tan decidido, no podía abandonarlo, y fuimos juntos a la sala de profesores.

¿hace falta que les cuente nuestro resultado? Se nos rió en la cara. La excusa que puso fue que el 10 era para la nota final. Entonces, NO SÉ CÓMO, él se atrevió a preguntarle por qué le había puesto a Nicolás el 10. “Porque se lo merece. ¿Habéis visto sus notas?”. Le dije a Julio que nos fuéramos, y, mientras volvíamos a la clase, me di cuenta que él la odiaba tanto como yo, aunque no lo manifestara tan abiertamente. Sí, Julio tenía un comportamiento excepcional, y su temperamento era extraordinario. Muchas veces lo admiré por eso, aunque nunca se lo pude decir.
CONTINUARÁ

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