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Diario + Recuerdos = Mis Crisis Nerviosas

Para poder entender este blog, tienen que leer todo desde el principio. Se trata de una historia correlativa, la cual no van a entender si empizan desde la última entrada.
Las entradas que se titulan "Diario", siguen una línea aparte. Son opcionales a la biografía.
Espero que lo disfruten


DEDICADO A MI MEJOR AMIGA EN EL MUNDO MUNDIAL. Y A MI AMIGA LA DESAPARECIDA.

viernes, 26 de febrero de 2010

1º BACHILLER (SEGUNDA PARTE)




Ya se habrán dado cuenta, que a partir de ese lamentable día, odio mis cumpleaños. Simplemente, me deprimen. Y me lo tomo así porque significa que me queda un año menos de vida. Pero bueno, continuemos con el interesante relato.
Como de costumbre, el primer día de clases me quedé sin nadie con quien sentarme. Estaba absolutamente harta de mi vida solitaria. La única consideración que mostraron hacia mí, fue Nicolás pidiéndome que me sentara atrás de él y de Julio (*suspiro de resignación*). Las mesas estaban juntadas de a dos, y a mi derecha no había nadie. No pasa nada. No va a hacer falta que ponga la mochila en el suelo; ésta va a ser mi silenciosa compañera, pensé.
Sin embargo, una chica se apiadó de mí. En la parte de atrás habían juntado tres mesas, y ella me preguntó si quería que se sentara al lado mío. Abrumada por tanta amabilidad, acepté tartamudeando. No tenía ni idea de en lo que me metía. Me doy asco por lo inocente que era.
Débora se llamaba. No voy a poner su nombre completo, pero sí voy a describirla. Era un año más grande que yo (en realidad casi dos). Teñida de rojo, ojos claros, alta, y modelo de profesión. Sí, trabajaba de modelo. En pocas palabras, era la chica más querida del instituto, la más popular, la que tenía más influencia, la que tenía más suerte, la que tenía todo. Yo nunca podría aspirar a ser como ella, pero por lo menos me conformaba con ser su amiga.
Nos hicimos muy amigas, tan unidas, que creí que estaba yendo todo demasiado rápido. Pero no me importaba. Iba a almorzar a su casa, me bajaba discos de internet (lo cual me hizo quererla aún más…), me integró en todo el colegio. Era un sol en mi oscura vida.
No tardé en abrirle mi corazón. Confiaba plenamente en ella. Le conté los problemas que tenía en casa. Ella me comprendió y me ayudó en lo que pudo. Realmente nos queríamos mucho.
Mientras todo esto pasaba, un día conocí al que no-debe-ser-nombrado. Sí, a ÉL. Me lo presentaron mis divinas amigas de las que ya hablé antes (bueno, una de ellas). En cuanto lo vi, supe que era la persona más linda que había pasado por mis humildes ojos. Por supuesto que yo en ese momento ya había olvidado a Coque (que hasta ahora era el más lindo que había visto en mi corta vida). Resulta que me ignoró completamente, pero no me importaba. Siempre que podía me la pasaba babeando por él. Hasta que una de ellas me dijo que tenía novia. Mierda.
Intenté olvidarme de él fijándome en algún otro. No había nadie como él, pero sí encontré a alguien que podía llegar a ser su sombra. Y le pedí a Debbie que me lo presentara, ya que ella conocía a todos (el decir la palabra Debbie me dio una puntada en el pecho, hacía muchísimo que no pronunciaba el nombre con el que sólo sus más allegados podían llamarla).
Bueno, se puso a investigar para mí, y, ¡qué sorpresa! Tenía novia. Ja. La puta que los reparió a todos los hombres. ¿Para qué mierda tienen novias?
Me encanta cerrar capítulos. Y creo que éste es un buen momento para hacerlo. Si tuviera cerca mi crema de whisky iría ahora mismo a tomarme un vaso, pero se me acabó hace dos semanas (creo… en realidad lo tengo borroso), cuando estuve deprimida. Lo más parecido que tengo es un jugo de moras sin azúcar. Brindo por todas las novias de los chicos que me gustaron, gustan y gustarán. Suertudas.
CONTINUARÁ

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