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Diario + Recuerdos = Mis Crisis Nerviosas

Para poder entender este blog, tienen que leer todo desde el principio. Se trata de una historia correlativa, la cual no van a entender si empizan desde la última entrada.
Las entradas que se titulan "Diario", siguen una línea aparte. Son opcionales a la biografía.
Espero que lo disfruten


DEDICADO A MI MEJOR AMIGA EN EL MUNDO MUNDIAL. Y A MI AMIGA LA DESAPARECIDA.

viernes, 19 de febrero de 2010

RECUERDOS DE LOS AÑOS 2004-2005


Año 2004
Estuve hasta febrero sin ir al colegio. No recuerdo exactamente la fecha, pero sí sé que fue después de San Valentín.
Desde las vacaciones de navidad, en diciembre, no hice otra cosa que leer los libros del Señor de los Anillos… en idioma gallego (puaj). Los pude retirar del la biblioteca del Centro Cívico. Sí, fue un momento muy especial cuando leí por primera vez la fiesta de cumpleaños de Bilbo Bolsón. Para ser sincera, tenía muchísimas ganas de leer esos libros, porque me la pasaba viendo carteles de las películas, y obviamente no tenía dinero para ir al cine, y aunque tuviera… ¿con quién iba a ir?
Fue increíble, me causaron muchísima impresión. Reconozco que se me escaparon las lágrimas cuando Gandalf cae por el precipicio, después de proteger a la comunidad del Balrog. Y también se me escaparon cuando en el medio del segundo libro, reaparece como Gandalf el Blanco. En realidad, no esperé a que apareciera. Ojeé el libro y lo vi en uno de los diálogos… antes solía hacer eso continuamente, lo de leer primero el final, o abrir por la mitad el libro y leer al azar una parte. Por supuesto que después me arrepentía, y aún ahora tengo que autocontenerme para no hacerlo…
Bien, ya sé que me fui por las ramas, aunque ustedes no lo saben, porque no tienen ni idea de lo que quería contar en esta nota – diario. Resulta que quería hablar de mi expectación por entrar de nuevo en 3º ESO, por el nuevo colegio, por las ganas de empezar una nueva vida y dejar todas las penas atrás. No tenía ni idea de que mis futuros compañeros ya sabían de mi existencia, y que ellos me esperaban como si fuera algo así como “la protegida”. Les juro que al principio me gustó la idea, pero a medida que me fue aburriendo, a ellos también parecí aburrirles. Pero creo que me estoy adelantando en los acontecimientos.
Volviendo al tema, mi expectación era máxima. Tenía muchas ganas de conocer gente nueva, y de “ligar”… jajajaja. Sí, era bastante ilusa en esa época. Pero supongo que con catorce años no se piensa en otra cosa. Lo tenía muy claro, pero a la hora de la verdad…
Por fin llegó el día. Fue uno de los años en los que yo más ganas tenía de volver al colegio. Sí, yo era así, puede parecerles raro. No me importa. Me siento orgullosa de eso. Pero bueno, lo que sí es importante, es lo que sentí la primera vez que pise mi clase.
Estaba en el tercer y último piso. Me acuerdo que fue un lunes a la tarde (el único día que teníamos que asistir en doble jornada). Estaba Tino en la clase de música. El director me llevó amablemente hasta la clase, golpeó la puerta y entró (sin esperar a que le dijeran, “adelante” o “pase”). Lo primero que vi, después del profesor-pelado-Tino (Tino-calvo), que me miraba con sus ojos saltones, y se me acercaba amistosamente, fue al que iba a ser mi amor durante los siguientes dos largos años. Fue un amor a primera vista. Sí… hace poco lo vi y ni siquiera me saludó el muy estúpido. Se hacía el interesante en su auto.
Como estaba sentado al lado de la puerta, y me miraba con la boca abierta, supongo que fue por eso que no podía sacar los ojos de él. Hasta que me di cuenta de que me estaban presentando.
Me sentaron delante de todo y sola, ya que era el único banco que quedaba libre, justo el de en frente a la mesa del profesor. Qué suerte la mía. Todos podían mirarme a placer. Pero yo no podía fijarme en nadie desde ahí.
Justo la clase de música. Mi preferida. El profesor me tomó solfeo para comprobar en qué nivel estaba, y no terminé de dar las lecciones porque si no, no le iba a dar tiempo a tomarle a los otros. Quedó impresionado ^^.
En el cambio de clase, todos mis compañeros se me acercaron a lo loco y se pusieron alrededor de mi mesa, se presentaron diciéndome todos los nombres, y creí que nunca iba a aprendérmelos. También hay una anécdota… bueno, sí, supongo que es el momento oportuno de contarlo.
Había una chica, que era la que más hablaba, que estaba abrazada con un chico, al que denominó con un nombre de mujer. Yo creí que le estaba tomando el pelo, pero al día siguiente, me di cuenta de que realmente era una mujer. Dios mío. Menos mal que no metí la pata y me di cuenta por mí misma. ¿Que cómo me di cuenta? Jeje, qué pregunta. Porque… eh… se levantó no sé para qué y vi que tenía pechos, un detalle en el que no me había fijado antes. Sí, patética.
Rebobinando, obviamente el chico que me había llamado la atención no se apareció por mi mesa. Fue de los pocos que me miraron de reojo desde su sitio. Miento, en realidad no me miraban de reojo. Me miraban descaradamente.
Después de todo esto, llegó la puta de Alba (lengua, gallego y francés) y todos salieron corriendo hacia sus asientos. La estúpida de la profesora me habló todo en gallego, a propósito, pensando que yo no entendía. Se calló de culo cuando le contesté fluidamente en su idioma. También se creía que nunca había tocado un libro en mi vida. Probablemente me confundió con alguien del “tercer mundo”. Desde ese preciso instante la odié, igual que ella lo hizo conmigo. Pero tenía que morderse el labio cada vez que la cagaba sacando más nota que su preferido. A ese sí que le perdonaba todo en los exámenes para que tuviera más nota que yo. Al año siguiente, en 4º, me trató mejor, pero de nuevo me estoy adelantando en los acontecimientos.
De ahí en más empezó mi experiencia en el colegio Possumus. Mentiría si digo, “la pasé completamente mal”. Sí, ahora que miro atrás, me compadezco de mí misma, pero yo en ese momento no me daba cuenta de todo lo que me hacían. Era demasiado inocente…
El pesado que tenía sentado atrás no paraba de joderme la vida. Cuando me quejaba al profesor de turno, se mataba de la risa. Más adelante comprendí que me tenían de “hazmerreír”, el centro de las burlas. Pero por supuesto no eran tan maliciosas como en los colegios anteriores, así que fue soportable.
Este año conocí a mi mejor amiga, Noelia. Yo en ese momento no sabía que le iba a otorgar tal título, pero se lo merece. Me acuerdo que me hacía unos dibujos decapitando a mi papá (jajajajajaa) y a la Alba. Ah… qué recuerdos… todavía los debo tener por ahí.
El primer o segundo día me descubrieron que tenía el pelo larguííííísimo, y se rieron bastante tiempo de eso… pero bueno ya estaba acostumbrada. Recuerdo que un día se me dio por hacerme las trencitas de Legolas… y a mi amorcito le chiflaron. En realidad, no eran las trencitas de Legolas, pero él las denominó así, incluso mandó a un amigo de él a preguntarme:
-¿Esas trenzas son las de Legolas?
-¿Esto es para Coque? – él estaba mirándome fijamente al lado de su amigo. Sinceramente no sé por qué no me dirigía la palabra cuando estaba acompañado… (bueno, sí que lo sé) - Sí, es que me gusta mucho.
-Ah, ¿sí? ¿te gusta Coque?
-Nooooooooooooooooo, quiero decir, que me gusta Legolas- les contesté poniéndome toda roja, y el amigo se mataba de la risa. Ni siquiera me acuerdo su nombre, pero bueno, supongo que ahí ya no le quedó ninguna duda a Coque de que me gustaba. Qué le voy a hacer.
Qué cosas que me acuerdo… desde aquel día me di cuenta de que me había enamorado del ser más altanero que conocí. Mentiiiiiira. No me di cuenta, eso lo digo ahora. El amor es ciego... Por supuesto, lo mantuve en secreto, como había hecho toda mi vida, desde que en primer grado le dije a una nena el que me gustaba, después de que me hubiera dicho que no se lo iba a decir, e inmediatamente dio media vuelta y fue a contárselo. Jajaja qué infantil fui. Aunque eso sonó un poco redundante, ya lo sé.
Al año siguiente, tuve la suerte de sentarme con Él en informática. Me mató cuando me eligió para sentarme con él, quedaban otros sitios libres, me acuerdo bien. Pero me eligió a mí. Creo que estuve toda la semana shockeada con eso.
Qué bien me lo pasé ese día. Al lado tenía al que me gustaba desde hacía meses y al otro… un chico que ni hablaba. Qué importaba. No paraba de reírme con las tonterías de Coque, era como si nunca me hubiera ignorado.
Un día, a la semana siguiente, me quedé después de clase (como intentaba hacer siempre que había una computadora delante) para pasar el rato en internet. Me quedé yo sola en la clase, y también estaba el chico que tenía al lado, ese que no hablaba. Era como una pared. Como soy muy curiosa miré lo que estaba haciendo en la compu y para mi sorpresa… estaba buscando fotos de Avril Lavigne. A mi me encanta. Y como soy muy sociable (sí, claro)… bueno, no seré sociable pero sí sé romper el hielo, le pregunté si le gustaba Avril. A partir de su respuesta positiva, nos hicimos inseparables. Me grabó los discos, hablábamos de Linkin Park (a mí antes no me gustaba, pero ya hablé de esto en una nota pasada), de internet (compartíamos la misma pasión)… y bueno, en las clases de informática, me la pasaba hablando con él. Voy a explicar esto.
Resulta que teníamos dos horas consecutivas de informática, y Coque en la primera nunca estaba porque tenía una clase de refuerzo de no sé qué. Entonces me la pasaba hablando con rodrigo. Me acuerdo que un día me tenté tanto, que no podía parar de reír y la profesora me miró con cara rara (porque yo era una santa :P). sí… era porque estábamos haciendo una competición de clicks… todavía me acuerdo. Casi rompe el mouse. Después cuando venía Coque, no dudaba en mostrar sus celos de que no le prestaba atención. Qué estúpido. Más adelante se hizo amigo de Rodrigo también, y los tres juntos pasamos horas divertidísimas juntos.
(CONTINUARÁ)

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