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Diario + Recuerdos = Mis Crisis Nerviosas

Para poder entender este blog, tienen que leer todo desde el principio. Se trata de una historia correlativa, la cual no van a entender si empizan desde la última entrada.
Las entradas que se titulan "Diario", siguen una línea aparte. Son opcionales a la biografía.
Espero que lo disfruten


DEDICADO A MI MEJOR AMIGA EN EL MUNDO MUNDIAL. Y A MI AMIGA LA DESAPARECIDA.

viernes, 18 de junio de 2010

La inocente historia de una inocente


Había una vez una niña inocente de 16, que iba al instituto de La Guía en un monte cercano al Culo del Mundo (localidad cercana a la Concha la Lora). Como todos los días de su vida, se aburría, y, como era adicta a internet, y no tenía ni computadora en casa, había de conformarse con usar la de su colegio, además de una que se encontraba en un Centro Cívico del barrio (lugar sagrado para esta chica).
Un buen día, se le dio por conectarse al chat de Yahoo (ahora extinto). Era un día de semana, bien temprano en la mañana, a eso de las 9 am. Esta chica no se acuerda bien si aquel día se había rateado de las clases o si simplemente había huelga en el colegio (cosa muy habitual). El caso es que buscaba a alguien con quien pasar el rato, y como no quería saber nada de gallegos, fue al la sala de Argentina. Casi no había nadie, sólo algunos noctámbulos y/o sonámbulos. También había vampiros, y otros bichos de la noche. Uno de ellos se dignó a dirigirle la palabra a esta solitaria e inocente niña. El chico le pidió el msn, y ella de muy buena onda, se lo dio.
Comenzaron a chatear cada tanto, y un día el chico (que era un provocador, aunque no llegaba al grado de pervertido sexual), le preguntó si tenía novio. Ella le dijo que no, y le devolvió la pregunta. Él le contestó, “sí vos”. Ella,, como era tan inocente y bien educada, se pensó que el muy tarado le había vuelto a preguntar la misma pregunta, y le escribió algo así como “ya te dije que no”; a lo que él le contestó, “no, vos sos mi novia”. Esa frase, esta niña se la guardaría para el resto de sus días, aunque en ese entonces, no podía saber que se las iba a acordar a lo largo de los años.
Después de un tiempo, empezaron a hablar más seguido. La chica ya había dejado de ser tan inocente, pues había pasado por toda clase de pruebas que la vida gallega le había deparado, y sólo tenía a este amigo para hablar. Se escapaba de clase para ir a conectarse, hacía LO IMPOSIBLE por conseguirlo. Más adelante, se enteró de que ese chico estaba planeando viajar a España. Sí, a España. Sólo que al otro lado del país, a unas pequeñas y aburridas islas llamadas “Las Baleares” (“tierra de rafanadal”).
Qué bonito, qué ilusión, se decía la chica. Ahora no tendremos que preocuparnos por el cambio de horario. Todo era más cómodo. Hasta podían hablar por teléfono. Era como vivir en una nube de ilusión y fantasía.
Un lindo día de primavera, tuvieron una conversación muy reveladora, que hablaba de cosas hasta ahora inauditas, tales como “conocerse”, “esperarse”, “viajar”, “tiempo”. La niña se lo creyó, y el chico se lo prometió, aunque ella en el fondo sabía que era una ilusión, un sueño que jamás se cumpliría. También le confesó que no quería que la “esperara”, por su propio bien, aunque él se lo prometió igual.
Pasó el tiempo, y aunque la chica terminó el colegio, y seguía sin internet, seguían en contacto mediante el celular, hablando siempre que podían. Ella se conectaba al wap, se mandaban sms, etc, etc…
Siguió pasando el tiempo, y ella empezó a sentir de que se estaba olvidando de ella. Un día, decidió conectarse sin avisar, y se llevó una sorpresa al encontrarse un “no sé qué te quiero no sé cuánto”. Ella le recriminó no habérselo dicho, le preguntó desde cuándo... todo entre lágrimas. La chica lloraba porque en el fondo lo sabía. Ella sabía que eso sucedería, pero lo que más la había lastimado, era el hecho de que no se lo había confesado.
Él le pidió que siguieran siendo amigos, y ella le escribió algo así como “si, pero ya no será igual después de esto…”. Las mentiras y traiciones habían formado parte de su vida, y quería terminar ya con todo. Se conectó un par de veces más, pero era demasiado doloroso hablar con él. Decidió no volver a hacerlo.
(CONTINUARÁ)

nota: esta historia no está basada en hechos reales. Cualquier similitud con la realidad, es pura coincidencia.

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